Recientemente, un artículo publicado en nytimes.com llamó la atención de muchas personas interesadas en el tema de la restauración capilar. El artículo hablaba sobre la eficacia del minoxidil como tratamiento para la pérdida del cabello. ¡Una gran noticia para las personas que sufren de calvicie! El artículo generó muchos comentarios en las redes sociales, además de una serie de artículos de seguimiento, centrados en ese medicamento milagroso.
Pero por supuesto, el minoxidil no es ninguna “novedad”. Lleva años en el mercado, y ha sido uno de los medicamentos más utilizados por los profesionales de la restauración capilar alrededor del mundo. Pero muy a pesar de su ubicuidad, parece que el minoxidil ha permanecido relativamente oculto durante todos estos años. En este artículo vamos a analizar este fármaco con más detalle. Sigue leyendo para que descubras más.
¿Lo más novedoso?
Si hablamos de medicamentos para restaurar el cabello, ciertamente el minoxidil no es ninguna novedad. Ha estado disponible como tratamiento tópico contra la calvicie desde los años 80, pero incluso antes de eso, se tomaba por vía oral como medicamento para el corazón. Las personas que tomaban el fármaco en dosis altas se dieron cuenta de que les hacía crecer el pelo, como efecto secundario. Al principio, a los médicos les preocupaba que el uso del fármaco para promover el crecimiento del cabello trajera más riesgos que beneficios. Pero con el paso de los años, esos temores fueron disminuyendo. Se llegó a la conclusión de que el medicamento era seguro cuando se tomaba en dosis más bajas. Si el minoxidil ha tenido un auge en los últimos años, no es porque sea un medicamento nuevo, sino porque es seguro.
“Uso no autorizado”
Sin embargo, no se puede negar que el minoxidil sigue teniendo un perfil bajo en comparación con otros medicamentos, sobre todo porque no se ha publicitado tan ampliamente como otros productos. Eso se debe a que se ha utilizado como tratamiento “no indicado” para muchas formas de pérdida capilar. El término “off-label” significa simplemente que un medicamento se utiliza para tratar una condición que no figura en los términos de su licencia. Aunque en 1988 la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) aprobó el uso del minoxidil para tratar la alopecia androgénica, desde entonces el fármaco se ha utilizado para tratar muchos otros tipos de alopecia. En otros países ocurre lo mismo.
El uso no autorizado de medicamentos es una práctica habitual, sobre todo cuando se trata de medicamentos antiguos, que a lo largo de los años han demostrado ser seguros y eficaces para tratar diversas afecciones, incluso las que están fuera de los términos de su licencia. Sin embargo, una vez que se ha llegado a ese punto, las empresas farmacéuticas no encuentran económicamente atractivo tener que financiar los ensayos controlados aleatorios que se requieren para ampliar los términos de las licencias. Los medicamentos que se usan fuera de indicación son seguros y eficaces, pero la falta de ensayos por parte de las empresas farmacéuticas hace que no existan datos científicos que respalden ese uso.
Muy eficaz
La falta de ensayos clínicos también hace que el funcionamiento real del minoxidil siga siendo un misterio. La explicación más popular es que tiene un efecto vasodilatador, por lo que aumenta el flujo de nutrientes a los folículos pilosos. También es posible que tenga cierta incidencia en el ciclo de crecimiento del cabello. Lo que no se puede negar es que el minoxidil es muy eficaz para combatir todos los tipos de pérdida capilar.
Sin embargo, eso no significa que el minoxidil deba ser usado por todo el mundo. Como ocurre con cualquier medicamento, existen algunas advertencias sobre su uso. Algunos usuarios de minoxidil han reportado mareos, y otros dicen que les hizo crecer el vello facial, lo cual resulta especialmente desagradable para las mujeres. Sin embargo, estos efectos secundarios son comparables a los de otros fármacos.
Diagnóstico temprano
Como ocurre con la mayoría de los tratamientos de restauración capilar, cuanto antes se empiece a usar el minoxidil, mejor. A diferencia de los medicamentos cuya eficacia se basa principalmente en mantener el cabello existente y detener su caída, el minoxidil mejora la calidad del cabello y además estimula su crecimiento. Por lo tanto, lo ideal es que el paciente empiece a usarlo antes de que el pelo se le haya caído demasiado. Así podrá ver los resultados incluso antes de que el cabello le empiece a crecer de nuevo.
Los efectos del minoxidil se pueden apreciar después de unos seis meses. Si decide utilizarlo, deberá seguir tomándolo. Si deja de tomarlo, perderá los efectos positivos que haya ganado. Esto lo convierte en el fármaco ideal para la caída temporal del cabello a corto plazo, ya que le puede dar un gran impulso al cabello hasta que empiece a crecer de forma natural. De todas formas, es un fármaco eficaz para combatir la caída permanente del cabello, siempre que el paciente se comprometa a utilizarlo sin interrupciones.
Conclusión
Hoy en día la calvicie es tratable, y el minoxidil es sólo una de las opciones de tratamiento que pueden usar quienes sufren pérdida capilar. Cada caso de alopecia es distinto, así que nadie debe tratar de diagnosticar su propio problema o comprar una “poción” capilar cualquiera por Internet. ¡Consulte a un verdadero experto, para que pueda recibir el diagnóstico y el tratamiento adecuado para su caso!
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